Quiero regresar a la casa y subir al cuarto de baño y restregarme una y otra vez con el jabón duro y la piedra pómez para eliminar de mi piel cualquier rastro de este olor que me hace sentir enferma.
Y también estoy hambrienta. Parece monstruoso, pero sin embargo es verdad. La muerte me hace sentir hambre. Quizá es porque he quedado vacía; o quizá es el modo que tiene mi cuerpo de comprobar que estoy viva, y sigo repitiendo como en una plegaria: estoy, estoy. Aún estoy.
Quiero irme a la cama y hacer el amor, ahora mismo.
Pienso en la palabra fruición.
Me comería un caballo.
- El cuento de la criada, Margaret Atwood.
Las margaritas, Vera Chytilová, 1966.
Trabaja trabaja.
Tú trabaja. No lo pienses más.
Trabaja. Ve directa al cliente.
Ve ve ve.
No preguntes si puedes ayudar,
directamente enseña el producto.
¿Qué el cliente no quiere?
Bueno, no lo pierdas de vista,
ve detrás de él,
ve detrás con él hasta que diga que sí.
Deja que nos dé su
dinero.
Deja que se vaya satisfecho con algo que no quería
comprar.
Déjalo.
Él pierde su economía y nosotros ganamos.
Tú no ganas nada.
Tú estás aquí y tienes que hacer todo lo que nosotros
digamos.
Te daremos a finales de mes una compensación si consigues
completar el objetivo.
Si no, nada.
Te daremos algo.
Pero poco.
¿Estás enferma?
Si te quedas en casa tendrás que recuperar las horas que
no hayas trabajado.
No lo estás
haciendo bien.
Baja esos muebles pesados al desván.
No has enseñado tres productos
y has dejado que el cliente se vaya sin comprar.
Mal.
No has limpiado bien el suelo ayer tarde.
Mal mal mal.
Inútil.
Si no aguantas, vete.
Tienes que
aguantar.
Van a llamar y van a preguntar.
Querrán saber por qué no lo has hecho bien.
¿Qué les digo?
Tienes que aprender.
Vas a vivir de esto toda tu vida.
Te miro así porque creo que eres imbécil.
Eres imbécil de
verdad.
Vendes mal, vendes lo barato.
Perdemos dinero.
Hacemos eventos lujosos y no te invitamos.
Tú a trabajar.
Perdemos dinero.
Nosotros cogemos días libres.
Tú trabajas.
Perdemos dinero.
Enseña el producto.
Tres por cliente.
Hazlo.
Perdemos dinero.
Pierdes el juicio.
No eres feliz.
No nos importa.
Perdemos dinero.
Dinero dinero dinero.
Tú no vales tanto
como él.
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