viernes, 15 de enero de 2016

un brindis

¡No me dejes a solas con mis muertos!
 In vino veritas, Ludovico Silva



Hoy bebo por todos los muertos.
Por los muertos que pasaron al olvido habiendo sido en vida sufragio abierto.
Por los muertos que fueron olvido y tras la muerte tan sólo un rastro de polvo en una fosa común.
Por los muertos que trabajaban cuando tenían carne y la dejaron toda en la esclavitud de la vida.
Por los muertos que escribieron y jamás fueron leídos.
Por los muertos que fallecieron repentinamente en el barrio y nadie los socorrió.
Por los muertos que buscaron la igualdad y sólo encontraron burla y abuso sexual.
Por los muertos que se fueron al exilio y allí sufrieron la enfermedad del abandono.
Por los muertos que ocurrieron en un tiempo anacrónico y jamás encontraron la felicidad.
Por los muertos que fueron rezados y atados al Rosario de los vivos.
Por los muertos que buscaron a otros muertos y sólo encontraron ceniza y destierro.
Por los muertos que quedaron en blanco.
Por los muertos que amaron tan fuerte que resucitaron el corazón.
Por los muertos que siendo muertos jamás perturbaron el descanso de los vivos.
Por todos ellos.

No hay comentarios :

Publicar un comentario