NOTA:
de cuando estabas enfermo y me miraste mucho rato con la cara pálida y yo pensé
en desnudarte y acunarte en mis brazos hasta que tu cuerpo volviera a la vida.
todavía
sigo en la cocina
todavía
no he sido capaz de abandonar la cocina
–la
cocina en esta casa que no es mi casa
pero en la que estoy, sin embargo, viviendo–
y
sigo pensando en la imagen de tus dedos
sigo
pensando en la medicación
sigo
pensando en España
casi
nos matan, te podía haber dicho, pero no lo hicieron
y
todavía no he sido capaz de abandonar la cocina
porque
sé que siempre me buscas en ella
y
yo sigo volviendo a ella para que me encuentres a tiempo
aunque
hoy te hayas dirigido a mí tan solo para decirme
que
en realidad todos tus síntomas son existenciales
y
yo qué soy para ti
esta
es la única versión buena que puedo mostrarte de mí misma
y
tú sigues negándome igual de mal que Pedro negó a Jesús
sigues
pensando en alcohol
sigues
pensando en –cierto tipo de– amor y desequilibrio
casi
me ahogo en tu cuerpo aquella noche, me podías haber dicho,
pero
mi dolor es muy oscuro, casi se puede tocar
todavía
no he sido capaz de abandonar la cocina
y
ya hace más de media hora que te has ido.
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