martes, 24 de enero de 2017

II



No preguntarme nada. He visto que las cosas
cuando buscan su curso encuentran su vacío.
Hay un dolor de huecos por el aire sin gente
y en mis ojos criaturas vestidas ¡sin desnudo!

Intermedio, Federico García Lorca

Como María Eloína Carrandena yo también ando sola, y ando tan rápido y con tanto dolor que cualquier persona que dejo atrás no puede detenerme, ni cualquier edificio puede ya asfixiarme. Camino, lejos, lejos, siempre hacia delante; no pienso en la mujer de sal, no seré como ella, no pienso en nada que no sea caminar hasta desintegrarme en la naturaleza, hasta que la escritura me proteja del lugar de enunciación. Camino, descubierta al rifle del tiempo y a la soledad de mi interminable paseo. No me importa, ya no me importa, caminar siempre ayuda a interiorizar la voz que expuse a mi amor, aquella voz que despidió a tantos muertos. Caminar, caminar… caminar hasta convertirme yo misma en piedra.


No hay comentarios :

Publicar un comentario