No
preguntarme nada. He visto que las cosas
cuando
buscan su curso encuentran su vacío.
Hay
un dolor de huecos por el aire sin gente
y en mis ojos criaturas vestidas ¡sin
desnudo!
Intermedio, Federico García Lorca
Como
María Eloína Carrandena yo también ando sola, y ando tan rápido y con tanto
dolor que cualquier persona que dejo atrás no puede detenerme, ni cualquier
edificio puede ya asfixiarme. Camino, lejos, lejos, siempre hacia delante; no
pienso en la mujer de sal, no seré como ella, no pienso en nada que no sea
caminar hasta desintegrarme en la naturaleza, hasta que la escritura me proteja
del lugar de enunciación. Camino, descubierta al rifle del tiempo y a la
soledad de mi interminable paseo. No me importa, ya no me importa, caminar
siempre ayuda a interiorizar la voz que expuse a mi amor, aquella voz que
despidió a tantos muertos. Caminar, caminar… caminar hasta convertirme yo misma
en piedra.
No hay comentarios :
Publicar un comentario