Escúcheme tan solo un momento,
señor,
aquí dentro no hay nada que yo
deseara,
ni siquiera se lo desearía a otra
persona,
señor,
no hay nada que yo quisiera, que yo
pudiera querer.
Ingeriré lo que tenga que ingerir,
hasta que su corazón cese,
hasta que su cuerpo cese, su cabeza
cese, sus patitas cesen.
Tiene que cesar todo, señor, porque
en este cuerpo solo
un sistema puede proporcionar
energía.
O vive eso, o vivo yo. Los dos no cabemos.
porque es mejor que sea el vientre
y que no sea
el odio, y el repudio, y todas las
cosas malas que me hagan
DETESTAR
Porque tengo derecho a que sea así,
señor,
a que mi cuerpo se abstenga de
fortalecer otra vida
que no sea la mía.
Tengo derecho a nombrar lo que no
deseo,
porque si lo nombro, señor, puedo
dominarlo, puedo aniquilarlo.
Se convertirá en algo insulso y
terminará desapareciendo.
Voy a hacer un sacrificio, señor, y
me beberé la sangre:
voy
a matar a un cochinillo.
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