sábado, 1 de octubre de 2016

extrañamiento: fase II

Sin embargo, si queremos desempeñar un papel más importante, el de hombre libre, deberíamos ser capaces de aceptar -o al menos de imitar- el modo en que un hombre libre fracasa. Un hombre libre, cuando fracasa, no echa las culpas a nadie.
- La condición a la que llamamos exilio, Joseph Brodsky.

artista

Este edificio me envuelve,
dice
(porque para mí todo dice)
voy a darte este miedo
y jamás he sentido tanto miedo
como el que siento entre estos edificios.

A veces sueño que la contaminación
revienta mis pulmones
y solo oigo gente reírse de mi asfixia:
que si exageras
que si todavía eres una niña
que espérate cuatro meses más
                                   y verás
que esto es un pueblo también.

No había sentido tanto miedo
ni aun contemplando
estas construcciones pobres.
Discúlpame,
no desprestigio mi patria,
-mi patria enferma y muerta-
no la desprestigio,
pero mira esta pobreza;
aunque yo sea pobre y siga dando
de vez en cuando algún euro
            a los verdaderos pobres.

Mas volver del exilio
significa volver a exiliarse
y yo me pregunto
qué fui:
¿Emigrante, expatriada,
exiliada o refugiada?
Me fui bajo mi voluntad,
volví bajo la misma.
A día de hoy,
sigo poniéndole nombre
                        a las cosas,
porque recuerden:

exiliado es el que está en ningún sitio.

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